Objetivo: capturar a la reina

ANA F. CUBAFERROL / LA VOZ

Un apicultor muestra dos ejemplares de velutina junto a sus colmenares, ayer en San Sadurniño JOSE PARDO

La velutina empieza a salir del letargo invernal y los apicultores de Ferrolterra, Eume y Ortegal aconsejan colocar trampas para frenar su proliferación y evitar riesgos para las abejas y las personas

08 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El objetivo es claro: capturar a las reinas, que ya han empezado a salir del letargo invernal, para impedir la construcción de nidos y la proliferación de Vespa velutina nigrithorax. Los apicultores y la Xunta coinciden en el mensaje: el trampeo es la fórmula más eficaz para combatir este insecto. «Trampeando evitarás o risco que conleva ter un niño preto da túa casa. Só colocando un par de trampas no teu horto, impedirás os niños nun radio de 150 metros. Está demostrado que un bo trampeo reduce o número de niños na zona ata un 75 %», subraya Rafael Díaz Nieto, técnico apícola e integrante del grupo de trabajo de la delegación de la Asociación Galega de Apicultura (AGA) en Ferrolterra.

La llegada de la primavera y, sobre todo, el aumento de la temperatura, coinciden con el fin de la hibernación de este insecto que ataca sin piedad a las abejas y también se ceba con la fruta, además de representar un problema de seguridad ciudadana, cuando los niños se encuentran próximos a una vivienda o un núcleo de población. «O risco é moi superior ao das vespas autóctonas. Non fai falta achegarse ao niño para alteralas e poden reaccionar violentamente co ruído ou a vibración, no caso dos niños soterrados, e son moi agresivas na proximidade dos seus niños, atacan máis e, polo seu tamaño, inxectan maior cantidade de veleno», advierte Díaz Nieto.

Incide en que «este é o momento de capturar raíñas, de aquí ata finais de maio, na fase de construción e actividade dos niños primarios, ou ben de setembro a decembro, desde o nacemento de novas raíñas á súa hibernación». En Ferrolterra ya han atrapado varios ejemplares, igual que en Ortegal o en municipios del interior. Manuel Ferreira, presidente de la Casa do Mel de Goente, corrobora la presencia de reinas en As Pontes y A Capela. «O ano pasado axudou moito a meteoroloxía, choveu e morreron moitas. Este ano, de momento, está vindo bo tempo e reproduciranse máis, e as que non caian nas trampas farán o niño por aí», alerta, convencido de la utilidad de prevenir la fabricación de nidos para paliar los efectos sobre los colmenares.

Insiste en que los dispositivos de captura de este insecto deben instalarse en las inmediaciones de los enjambres detectados tras la caída de la hoja de los árboles: «Aí é case obrigado, porque se non as colles, van volver facer niños». Sobre el tipo de trampa o líquido atrayente más efectivo, los apicultores y los concellos se decantan por los caseros. El Ayuntamiento de San Sadurniño es uno de los que han vuelto a adherirse al convenio entre Xunta y Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para la retirada de nidos, a cargo de la empresa Seaga (el 012 es el teléfono de aviso). Sugiere consultar tutoriales en YouTube para elaborar trampas.

Díaz Nieto reitera que «deben ser lo más selectivas posible, para evitar que entren nelas outros insectos polinizadores que son fundamentais para a reprodución de plantas e cultivos». ¿Cómo conseguirlo? «Realizando dous buratos enfrontados, cun diámetro de entre oito e nove milímetros, na parte superior da botella que se empregue», describe. Así, subraya, «nin os abellóns, nin as bolboretas, nin as couzas poderán entrar nelas».

En cuanto al líquido empleado, apunta al elaborado con cinco gramos de levadura fresca de pan, 200 de azúcar y medio litro de agua. La duración depende de la temperatura ambiental, «aínda que normalmente na primavera se debe recambiar cada doce ou quince días». El sector apícola apela a toda la población del rural para reforzar la lucha contra la Vespa velutina nigrithorax.

«Levo tres anos trampeando todo o ano, e estes días nalgunha xa collín máis de trinta»

Desde la irrupción de la velutina, los apicultores han tenido que ingeniárselas para mitigar el impacto en sus colmenares. Una vecina de Cuíña, en Ortigueira, que forma parte del colectivo Recursos de Aldea, asegura que lleva tres años trampeando sin parar, «todo o ano», y los resultados corroboran la efectividad del método. «En xaneiro e febreiro xa collín algunha, e estes últimos días, nalgunha trampa atopei catro pero noutras xa collín máis de trinta», explica. Su radio de acción es la parroquia de Cuíña, del supermercado Eroski a la iglesia, y el comportamiento de la avispa asiática varía de unos lugares a otros. «Hai sitios nos que todo o ano hai algunha, é onde fai máis abrigo de todos os temporais», señala.

El trampeo intensivo, en invierno y en verano, le ha permitido «salvar» los colmenares, sin necesidad de instalar arpas eléctricas, y también los frutales. Coloca dispositivos de captura en los alrededores de los nidos del año anterior, además de los jardines donde crecen camelias o rododendros de flor color fucsia, «que é a que lles gusta máis». «Nunca as eliminas de todo, o trampeo non é infalible, non é efectivo ao cen por cen, pero mentres non haxa outra solución...», comenta esta apicultora que prefiere mantenerse en el anonimato.

Asegura que en 2017 retiró 37 nidos de velutina en la parroquia. «Foi horrible, desesperante, para chorar, e non dabas defendido ás abellas. Coidábaas eu e pasaba tardes e mañás cazando velutinas cun truel», relata. En su caso, las picaduras de avispa asiática apenas tienen efecto, sí las de abeja, al contrario de lo que le ocurre a su marido, inmune a las abejas, no así a las velutinas.